sábado, 15 de mayo de 2010

Día 1: Llegada a Milán. Desplazamiento a Brescia.

Éramos demasiados alumnos para ir todos en un solo avión, por lo que decidieron dividir a los alumnos en dos grupos para que cada uno volara con un avión distinto y pudieran llegar a Milán sanos y salvos. Yo junto a mis compañeros de grupo de este blog nos encontrábamos en el grupo 1 por lo que describiré el viaje desde ese punto de vista. El grupo 1 voló con la gran compañía “Low-Cost” EasyJet, que aunque aspire desconfianza, el viaje se realizó con total normalidad. El grupo 2 viajó con “Iberia”.

A las 23 horas el grupo 1 salió de Córdoba dirección Aeropuerto de Barajas (Madrid). El grupo 2 realizó en mismo trayecto aunque una hora más tarde. Allí llegamos a eso de las 5 de la madrugada. Cuando por fin acertamos en que terminal debíamos estar, entramos en el aeropuerto y facturamos las maletas. El aeropuerto es inmenso, lleno de cartelitos para que no te pierdas, aunque, era casi imposible no hacerlo.

A eso de las 7 de la mañana estábamos ya sentados en el avión, dispuestos a salir volando. Para algunos era la primera vez que volaban en avión, por lo que eran los que tenían más nervios. La verdad es que con el sueño que teníamos todos, son pocos los que aguantaron despiertos para admirar el paisaje.



Tras dos horas de viaje llegamos a Milán de una sola pieza, sanos y salvos. Tras recoger las maletas, que por cierto no se perdió ni una, nos montamos en un autobús y fuimos a visitar Milán.

En primer lugar visitamos el Castillo de Sforzesco. Y despúes fuimos a ver la majestuosa catredral de Milán (el Duomo). Aquello era inmenso y precioso.



Para comer fuimos a una escuela de la ciudad de Arte. Luego, un tipo con un extraño peinado, parecido al de Einstein, nos explicó cosas sobre moda, ropa, complementos... Era lo que faltaba para que acabásemos todos dormidos después del largo viaje.

Acabada la charla nos fuimos a Brescia en el autobús, donde nos alojamos en el UNA Hotel. La verdad es que estaba muy bien.

Para cenar nos dejaron tiempo libre por el centro de Brescia para que nos averiguásemos la vida y cenáramos por nuestra cuenta. Yo, personalmente, cené en un restaurante que me gustó mucho. Y qué cenamos, pues pizza, como es lógico.

A las doce de la noche estábamos en el hotel, y, nos dispusimos a descansar, que el viaje no daba tregua alguna. Gracias por haberlo leído. Saludos.

Resumen del Día 1 por el colegio

Vídeo de este día con fotos:



Fco. Borja de los Ríos de la Peña.

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